Es una enfermedad parasitaria que se encuentra en el continente americano, donde se estima afecta a entre 16 y 18 millones de personas y se cobra 50.000 vidas cada año. El Dr. Carlos Chagas, un médico brasileño, fue quien primero describió, en 1909, una enfermedad a menudo mortal que daña el corazón y los sistemas nervioso y digestivo de las personas afectadas. Unos 100 millones de personas en Latinoamérica corren el riesgo de contraerla1. Como resultado del aumento de los desplazamientos a nivel global, se han reportado casos en EEUU y en Europa. Los tratamientos y pruebas diagnósticas de la enfermedad de Chagas no son ni suficientes ni apropiados para contextos con recursos limitados, un hecho que continúa frustrando al personal sanitario que se ocupa de las personas que viven con la enfermedad.

Hasta la fecha no se ha encontrado la manera de revertir los problemas que genera, los cuales pueden presentarse hasta 20 años después de ocurrido el contagio, pero se sabe que no todos los portadores desarrollan las fases críticas y que es posible la prevención, si bien todavía falta mucho por hacer al respecto.

El estado de Jalisco sobresale como una de las entidades de las que se tiene más información, puesto que desdehace más de 50 años se hantenido notificaciones devectores, reservorios y humanosinfectados, incluso de casos deenfermedad presente enhabitantes del área. Son clásicaslas cepas de T. cruzi “Cocula”,“Sayula”, “Tuxcueca”, entreotras, lo que refleja la tradiciónen el estudio de la enfermedaden la zona.